Fresas frescas, cielo azul y mucho buen humor, ¿hay algo mejor?
Las fresas simbolizan sencillamente todo lo que pertenece a un perfecto día de verano: colores brillantes, intenso sabor dulce y un olor inconfundible. Además, son muy versátiles. Ya sea en un postre, un desayuno, una tarta o incluso en una ensalada veraniega afrutada.
Para inspirarte, en nuestro mundo de recetas encontrarás un montón de deliciosas recetas con fresas. Desde helados de fresa hasta refrescantes smoothie bowls y nuestra exclusiva tarta de queso con fresas, encontrarás todo lo necesario para que tu corazón de fresa lata más rápido.
Para que no te estreses y tengas que probar todas las recetas antes de que acabe la temporada, puedes congelar fácilmente tus frutos pequeños. Aquí hemos resumido cómo hacerlo paso a paso.
Congelar fresas
- Compre fresas:
- Cuando compre sus fresas, asegúrese de que proceden de un agricultor de la región y de que aún están frescas e intactas. Para que lo haga todo bien desde el principio, le hemos facilitado toda la información importante en nuestro artículo: ¿Cómo reconocer las frutas y hortalizas frescas?, hemos resumido todos los consejos importantes.
- Fresas limpias:
- Una vez hecha la selección perfecta, lava cuidadosamente las fresas en agua estancada y sécalas suavemente con papel de cocina. A continuación, quítales los tallos y las hojas.
- Congela las fresas:
- Para evitar que las frutas se congelen juntas más tarde y se pongan tan blandas después de descongelarlas, lo mejor es colocarlas primero todas individualmente una al lado de la otra en un plato y dejar que se congelen en el congelador durante unas 2 horas. A continuación, puedes meter las fresas precongeladas en bolsas de congelación o en una lata y volver a congelarlas. Se conservarán durante unos 8 meses.
- Descongelar las fresas:
- Una vez completados todos los pasos y asegurada la provisión de fresas, puedes sentarte y relajarte y dejarte tiempo suficiente para probar nuestras recetas favoritas. Pero antes de empezar, tienes que sacar a tus amiguitas de la hibernación. Basta con dejarlas descongelar toda la noche en el frigorífico o utilizarlas directamente, según la receta. Sin embargo, las fresas descongeladas son siempre un poco más blandas que las frescas y, por lo tanto, son más adecuadas para hacer mermelada o batidos.
Congelar el puré de fresas
Si prefiere conservar las fresas en forma de puré, lávelas y límpielas bien antes de hacerlas puré y píquelas en la batidora. Después podrá rellenar fácilmente el puré en bandejas de cubitos de hielo, congelarlo y descongelarlo más tarde en porciones para obtener una afrutada salsa de fresas para helado o pudin, o calentarlo si es necesario.
Consejo: Especialmente en verano, los cubitos de hielo de fresa son un auténtico reclamo y garantizan que cualquier bebida refrescante alcance un nuevo nivel. Echa un vistazo a nuestras recetas de bebidas frías, limonadas y helados para inspirarte.
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