Cuando llega de nuevo el tiempo y suenan las campanas de primavera, el calendario estacional dice que vuelve a ser tiempo de coliflor. Afortunadamente, esta popular hortaliza está disponible todo el año, pero si quieres estar al tanto de la estacionalidad, lo mejor es comprar ahora y asegurarte de que tienes espacio en el congelador. Te enseñamos cómo congelar los ramilletes blancos en un santiamén. Sólo tienes que seguir estos pasos y disfrutar de tus platos favoritos de coliflor durante todo el año.
Consejo: Si desea profundizar en el tema de la estacionalidad, merece la pena que eche un vistazo a nuestro artículo Recetas de temporada para una dieta estacional. Aquí encontrará consejos interesantes y mucha inspiración.
Congelar bien la coliflor
Lavar y cortar la coliflor en porciones
Después de hacer la compra, lo primero que debes hacer es limpiar bien la coliflor y quitarle todas las hojas y el tallo. Luego debes secarla bien y cortarla en trozos más pequeños. Lo mejor es que pienses en qué platos quieres utilizarla más tarde, porque así podrás procesarla inmediatamente después de descongelarla.
Escalda la coliflor y congélala
El siguiente paso consiste en sumergir los ramilletes en agua hirviendo durante unos 3 minutos y después enjuagarlos en un recipiente con agua helada. Una vez hecho esto, sólo tienes que secar brevemente la coliflor escaldada, colocarla en bolsas de congelación herméticas y meterla en el congelador.
Descongela la coliflor
Una vez congelada, la coliflor se conserva a una temperatura de -18°C durante aproximadamente 1 año. Para sopas, guisos o estofados calientes, puede cocinar la coliflor congelada como de costumbre. Si desea utilizarla como guarnición, puede descongelarla suavemente en el frigorífico, calentarla en el microondas o simplemente introducirla brevemente en agua hirviendo.
Arroz con coliflor
En los últimos años, la coliflor se ha convertido en la verdura favorita de los aficionados a la dieta baja en carbohidratos. ¿Por qué? Puede convertir fácilmente los ramilletes blancos en una cena ligera y baja en carbohidratos en un abrir y cerrar de ojos. Por ejemplo, puede convertir la coliflor en una crujiente base de pizza o en una deliciosa cazuela de arroz en unos pocos pasos.
- Aquí te mostramos cómo se hace: arroz de coliflor
- Lavar la coliflor y quitar todas las hojas y el tallo.
- Cortar la coliflor en ramilletes pequeños
- Picar los ramilletes con la batidora o con un rallador de cocina.
- Calentar un poco de aceite en una sartén a fuego medio.
- Añadir el arroz de coliflor a la sartén y freír, removiendo de vez en cuando, durante unos 5 minutos.
¿Aún no se lo imagina? No se preocupe, al principio éramos escépticos, pero como suele ocurrir, con las especias adecuadas, todo es posible. La combinación de especias de nuestro arroz todoterreno le dará un toque picante a su coliflor y hará que apenas note la diferencia. También puede echar un vistazo a nuestros productos Fix. Allí encontrará varios platos que también puede preparar con arroz de coliflor.
Sugerencia: Si la base de pizza te da un poco más de grima, quizá te interese nuestra receta de base de pizza de coliflor baja en carbohidratos.
Sazonar bien la coliflor
Si el arroz con coliflor te parece demasiado exótico y prefieres ceñirte a las recetas clásicas, también tenemos algunos consejos útiles para condimentarlo. Básicamente, la coliflor puede utilizarse de muchas maneras diferentes y combinarse con muchas especias. Sin embargo, creemos que el chile, el ajo y todo lo que tenga que ver con Oriente combina muy bien con esta verdura blanca. Por eso, con el Oriental Allrounder se va sobre seguro. Pero nuestro Café de París también ha demostrado que la combinación de sal, diversas hierbas y nuez moscada armoniza excelentemente con la coliflor en los tallarines con coliflor.
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